sábado, 18 de enero de 2020

Matías Escalera Cordero



BALCÓN CON TAZA DE TÉ CALIENTE ENTRE LAS MANOS
Norberto García Hernanz
Recortes de un corazón herido por la esperanza
Matías Escalera Cordero
Huerga & Fierro

       Buenas tardes y bienvenidos a la presentación en Segovia del poemario Recortes de un corazón herido por la esperanza.
       Muchas gracias a la librería Intempestivos por hacer posible la celebración de este acto, así como a quienes os habéis acercado a conocer al autor de la obra, Matías Escalera Cordero, que ha viajado desde Alcalá de Henares, para compartirla y comentarla con nosotros.
     A él le agradezco también, el trato amable que siempre me ha dispensado y el confiarme la redacción de estas palabras introductorias.
      Antes de entrar de lleno en la presentación del libro, será bueno que os haga partícipes de la amplia trayectoria profesional, social y literaria que Matías Escalera viene desarrollando desde hace años.
       Él, es un profesor de Lengua y Literatura, que siempre ha mostrado gran interés por los problemas nacionales e internacionales de carácter social y educativo, lo que le ha incitado a desarrollar una activa militancia política y a adquirir un profundo compromiso con los movimientos de ayuda a colectivos humanos agraviados y desfavorecidos.
          Esa actitud, se ha visto reflejada a su vez, en un amplio quehacer creativo literario, que abarca las modalidades de ensayo, teatro, novela, critica literaria y poesía, siendo en esta última actividad, reconocido como poeta dentro del movimiento de la “Poesía de la conciencia crítica”, denominación con la que se alude a poéticas que practican una oposición al capitalismo en su fase global y postmoderna.
      Han sido sus poemarios anteriores Grito y realidad (Baile del Sol 2008), Pero no islas (Germania 2009), Versos de invierno (para un verano sin fin) (Amargord 2014) y Del amor (de los amos) y del poder (de los esclavos) (Amargord 2016).
Además del poemario que presentamos hoy, se ha publicado recientemente una antología bilingüe (castellano-inglesa) de su obra, titulada Poemas del tiempo y del delirio ( Ed. Artepoética).

     Ante tal bagaje intelectual y teniendo en cuenta que Matías Escalera ya ha hecho varias presentaciones de su último poemario Recortes de un corazón herido por la esperanza, (Huerga & Fierro 2019) no es mi objetivo hacer un sesudo estudio de la evolución creativa del autor, a través de sus textos pretéritos, algo que por otra parte podremos encontrar en la Red (Internet) y en artículos de crítica literaria, sino acercarme al poemario en cuestión, de una manera informal, humana y directa, que permita conectar mejor al público asistente, con estos poemas dinámicos, actuales e introspectivos que hoy presentamos.
        Por eso evitaré referencias a la temporalización, estructura y construcción del poemario, para centrarme en ciertos detalles llamativos, que nos motiven a adquirir el libro, para así luego reflexionar, en una lectura íntima y privada, sobre aquello que el autor nos quiere proporcionar como tema de especulación y debate.
           Y es que antes incluso de abrir el poemario, tenemos ya una primera reflexión que hacer, cuando leemos en la portada, “Recortes de un corazón herido” pues mientras especulamos de quién será el corazón del que se habla, observamos en letra mucho más pequeña el final del título: “por la esperanza”, algo que nos avisa de que, además de una víscera damnificada, (como metáfora del sentimiento de un ser humano que sufre una decepción), hay un expreso deseo por parte del autor, de dar a conocer al culpable de tal lesión, es decir: la citada esperanza.
Matias Escalera, aún en letra pequeña, quiere, desde el principio, que sepamos la causa del dolor y de la decepción que sentirá quien, a corto o largo plazo, ponga sus expectativas en los demás y en el mundo que le rodea.
           Es decir, aunque hay un corazón herido por las experiencias vitales, como resultado del proceso natural de vivir y convivir con nuestros semejantes y de confiar en salvaciones o redenciones futuras, la novedad es que el poeta, partiendo de esa herida, es capaz de darle a ella un papel secundario, para hacer protagonista a la esperanza que puso en su momento, al servicio de aquello en lo que creyó, como motor de su felicidad y realización humana.

Vosotros, lectores, a partir de un hecho consumado que se os da en el título de la obra, tendréis que discernir, posteriormente, hasta qué punto el autor está enteramente convencido de sus asertos:
No hay esperanza, no hay esperanza, reconocedlo al fin”, “Soñáis, pero los sueños no se cumplen” “El canto no os consolará, tampoco el grito”.
o por el contrario, si alberga resquicios en sus consideraciones, por donde dicha esperanza pueda rehabilitarse de algún modo y volver a respirar:
Cuando la esperanza se bate en retirada, todo sucede así (antes de la luz) Con extrema sencillez... Contra toda esperanza el ahogado se levanta en la playa, se sacude las olas, se sacude la muerte.... Contra toda esperanza el amor de los amantes no se ha extinguido aún.... y tú y yo consumamos el canto de los seres que esperan”.

            Conoceréis también de la mano de Matias Escalera, como cabría suponer, dado su compromiso racional con lo humano, que el tipo de esperanza del que aquí se habla, no es el simplista de las aspiraciones mundanas a corto plazo: “Si la esperanza solo está en tu piel...si la esperanza es solo tus besos... si la esperanza se esconde solo en tus muslos... Entonces No hay esperanza ninguna: amor mío...”

             Y metidos de lleno en ese debate dialéctico entre esperanza, desesperanza y posicionamientos personales ante el sentido o no de la vida, avanzaremos transitando diferentes perspectivas que el autor nos propone, siempre con el mismo eje de referencia.
            Encontraremos poemas que nos hablarán de cómo gestionaron en su tiempo la esperanza otros pensadores, activistas, habitantes de distintos países, según épocas, según circunstancias y nos daremos cuenta de que el autor, además de ir contrastando o completando su pensamiento personal con el de esos diferentes personajes, se irá desdoblando él mismo, para adquiriendo distintas voces en su discurso (dice él, dice ella, dice el ángel,...) invitándonos, pienso, a tomar partido, a ser nosotros, poetas también y a decantarnos por ver el vaso medio lleno o medio vacío en lo referente al tema central del poemario.
           También hay un largo poema: La balada de los gilipollas... en el que, si os ocurre como a mí al leerlo, no llegaréis a discernir si, según el autor, es mejor tener esperanzas o no tenerlas, es mejor hacerse el tonto o ser tonto, si compensa o no ser un idiota consciente, o si ser un idiota inconsciente es lo ideal para alcanzar la felicidad. ¿Existen en el fondo los gilipollas o todos somos gilipollas? También ahí tendremos tema de reflexión como veréis.
             Y por no extenderme en exceso y dar paso cuanto antes a la lectura de los poemas, haré una consideración final como resumen de todo el sentimiento que me ha transmitido la lectura del libro.
             Diré que en el fondo de un discurso quizá un tanto pesimista, he vislumbrado a un poeta que quiere, sobre todo, compartir y contrastar con los lectores sus soliloquios personales, como buscando connivencia y apoyo a esa soledad intelectual que supone, en definitiva, hacer ciertas introspecciones filosóficas sobre la vida.
            Por eso sus aclaraciones finales, por eso el hacernos partícipes de su visión del mundo desde las preguntas que a todos nos rondan alguna vez en la cabeza.
          ¿Cómo es posible que seamos tan parecidos los humanos y a la vez tengamos conceptos tan distintos de lo que es justo o injusto, de aquello que mantiene nuestra esperanza y lo que habitualmente tanto nos desespera?
         ¿Cómo es posible que ante el fenómeno vital, al que todos tenemos acceso, mostremos tan diferentes capacidades de emoción y asombro?
           Yo particularmente, Matías, puedo decirte que en la lectura de tu poemario, por si de algo sirve, sí he sentido como tú, el paisaje ante el cual, con una taza de té caliente entre las manos, en ese balcón, realizas esas reflexiones, en el convencimiento de que es este presente, este pulso vivo el que, sin esperar a mañana, debe darnos pistas sobre qué pueda ser la auténtica esperanza, sea la susodicha esperanza lo que en el fondo quiera ella o no quiera ser. Muchas gracias.

Norberto García Hernanz

1 comentario:

  1. Gracias, Norberto; fue un placer compartir contigo y con los demás amigos y amantes de la poesía de Segovia ese rato en un espacio tan grato como Intempestivos. Tu lectura del poemario, que hiciste allí y que has reflejado ahora en tu blog, ya te lo dije, es cálida y acertada. Gracias por todo, amigo y compañero. Y muchas gracias también a todas las personas que asistieron a la presentación y que se llevaron mi libro, dedicado o no; a los amigos del Foro Social y a las otras que no conocía de antes, o que no pude saludar al final de la misma. Gracias, de verdad. Un abrazo fuerte. Matías

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